CUENTO No. 41: LOS ESTADOS DEL SER Cap. 14 El estado de la flexibilidad
- Paulina Villegas
- 9 jul 2023
- 6 Min. de lectura
Si bien lo recuerdas, estamos hablando de los distintos estados por los que transita un Alma, en diferentes encarnaciones, con el fin de integrar y madurar aprendizajes que le permitan volver a la Unidad. Y si lo vemos de manera general podríamos observar que cada estado o sendero está alineado de una forma armónica con el siguiente y así de uno en uno. Es como una sinfonía que se desarrolla de un instrumento a otro integrando cierta información para luego tocar la gran melodía de la vida.
Comenzamos con el estado de las posibilidades infinitas que junto al estado de la conexión nos llevan a crear cosas en este plano de manifestación. Luego esas creaciones demandan de cierta disciplina interior para canalizar la energía del “universo” y de esa forma elegir el amor en lugar del miedo, lo que se traducirá en acciones con propósito. Al actuar con propósito, conscientes de nuestro papel en toda la dinámica de la creación, logramos vivir en armonía.
Esa armonía nos lleva a un silencio profundo que nos permite la introspección. Esa que nos ayuda a comprender la ciclicidad de todo lo manifestado y lo creado para poder integrar la polaridad, nuestra, y respetar la polaridad de todo y de todos. De allí surgen los cambios de perspectiva que nos llevan a comprender que nada es fijo e inmortal en esta realidad y que por tanto habrá que “matar” ciertas creencias, experiencias, ciclos, relaciones… para poder renacer a nuevos estados de consciencia. Y renacer a esos nuevos estados de consciencia, irremediablemente, nos obligará a integrar la flexibilidad en nuestra forma de pensar, actuar y vivir. Ese es el estado que nos convoca hoy en este cuento del camino.
Este estado/sendero al que he decidido llamar estado de la flexibilidad, con su correspondiente carta en el Tarot: la Templanza, para mi debería ser un sendero “comodín” porque si la vida se presenta en un permanente curso de cambios, donde unas veces se expande y otras se contrae, la flexibilidad para adaptarnos permanentemente a ese “estado” natural sería imprescindible.
Mary K. Greer resume a la Templanza en la siguiente frase:
“Gestiono con entusiasmo mis necesidades y recursos para conseguir salud y armonía”

Que linda ¿verdad? Es una frase que nos entrega de nuevo el poder a nosotros sin depender de nada externo. Ni personas, ni circunstancias. Somos nosotros los que nos podemos regalar, o quitar, salud y armonía. Todo depende de cómo nos gestionamos. De forma flexible, adaptándonos a todo lo que la vida nos trae, o resistiéndonos. Vivir flexibles nos da la capacidad de disfrutar con todos los hechos de la vida, incluso los que para otras personas pueden parecer trágicos, y ese disfrute nos genera paz, tranquilidad y certeza. Que, para mí, al final el día se traduce en estado de felicidad.
El hecho de no estar “sometidos” a los ciclos naturales de la vida, de orden y desorden, bienestar y malestar, nos augura una vida mucho más tranquila y fluida. Y te confieso que esa es la vida a la que yo aspiro vivir. Una vida en absoluta fluidez y aceptación. Viendo lo bueno en lo malo y lo bonito de lo feo. Sin romantizar las situaciones, sin reprimir las emociones, pero comprendiendo que doler no significa sufrir.
Recuerda:
“Cuando más tiende una cosa a ser permanente, más tiende a carecer de vida” ALAN WATTS.
En palabras de Mónica Fusté, cuanto más cambia algo, más vivo está. Somos energía en continuo movimiento y si nos resistimos, nos estancamos.
Una persona con este sendero bien aspectado en su Plan del Alma, es una persona que ha trascendido su ego, lo que la hace vivir a fondo y disfrutar de los pequeños detalles, siendo sumamente flexible y adaptable. Se caracteriza por su entusiasmo (palabra que significa “Dios está en mí”), su indiferencia ante las opiniones ajenas (sean buenas y/o malas) y su capacidad de corregir los vicios.
Por otro lado, un mal aspecto en este sendero nos habla de seres “camaleónicos”, que combinado con una fuerte ambición (mal aspecto del estado de la acción con propósito), puede llegar a ejercer los peores excesos sobre el otro con tal de alcanzar sus propios intereses. La invitación es a trabajar en la dupla: orgullo – autoestima. Para ser flexibles debemos haber logrado un cambio interior fuerte que nos lleva inevitablemente a una expansión de la consciencia. El trabajo en este estado o sendero nos pide ser coherentes entre lo que sentimos y lo que hacemos, aceptando la ambigüedad.
A nivel energético el mal aspecto se presenta en la tendencia al exhibicionismo. Búsqueda compulsiva de maestros y gurús. Tristeza. Exceso de sensibilidad. Incapacidad para mostrar los defectos. Miedos por ignorancia. Una persona impredecible, con la necesidad de ser valorada. Miedo al nacimiento y a la muerte. Susceptibilidad. Tendencia a idealizar. Tendencia a la decepción y la apatía.
A nivel físico este mal aspecto nos muestra problemas en la próstata, útero. Aparato urinario. Infecciones genitales. Estómago. Vértebras lumbares; cóccix. Problemas con el cordón umbilical. Y a nivel emocional dificultad para aceptar los fallos del otro. Intransigencia. Dificultad para conciliar opuestos y dificultad para perdonarse y perdonar.
Me encanta la forma en la que expresa este estado del ser Francisco Benages, la cual copio textualmente para compartirla contigo que me lees:
Flexibilidad, adaptación al pluralismo, he ahí el quid de la cuestión. En un mundo tan diverso y descentrado se necesitan grandes dosis de autocontrol para poder navegar, y ello se consigue aprendiendo a convivir con los diversos códigos y lenguajes y tendiendo puentes entre ellos. Se trataría de relativizar el propio lenguaje, los marcos de referencia de cada uno para poder llegar a entendernos. En un plano meramente social existe un concepto firmemente arraigado en el ser humano, y es de la dualidad ocio/trabajo, disociación en la que la mayoría de la gente nunca ha pensado. Pues bien, muchos de los problemas emocionales y necesidades que las personas llevan a cuestas es precisamente el no poder conciliar esos dos aspectos, algo que no sucede con los grandes creadores y artistas. De alguna manera ellos son aquello que realizan, forman parte de su obra, se convierten en su obra de vida y consecuentemente no realizan distingos en cuanto al tiempo dedicado al trabajo y al ocio. La mayor parte de las personas laboran (para decirlo de forma cruda, laborare se refiere al trabajo propio del esclavo, del que realiza una actividad por obligación) mientras que tan sólo unos pocos que han trascendido esa dicotomía se dedican a facere; por lo tanto, fluyen en sí mismos. Su vida es más rica en tanto han logrado conciliar más antagonismos (facere se correspondería con el hacer por sí mismo, con la alegría de crear, con el dedicarse a aquello que realmente nos llena). (Benages, 2012)
Si llevas algún tiempo siguiéndome sabrás muy bien que lo que más me desvela en la vida es “ayudar”, creo que más que ayudar es acompañar, a las personas a reencontrarse para validar y valorar aquello en lo que son los mejores, que por supuesto es lo que mejor saben hacer y lo que más aman hacer, para darles un empujoncito a que se atrevan a hacerlo y servir con ello. Y si ves Benages enfoca el término de la flexibilidad alrededor de esta forma de vivir y “pasar el tiempo”.
Ahora, no con esto quiero limitar el término de la flexibilidad a la dupla ocio/trabajo. Es un sendero que el Alma pasa en una o varias vidas para obtener un orden, un equilibrio en y de la conciencia. Se trata de la transmutación que sucede después de haber purificado la perspectiva que salió al ver nuestras propias sombras en el sendero de la integración, para comprender que no se trata de vibrar en una polaridad (la positiva). La vida humana se trata de integrar la polarización mental abriéndonos a todas las posibilidades sin juicios. Ser flexibles nos permite integrar nuestra dualidad fluyendo por el camino del medio.
En mi experiencia personal, sin decir que ya soy 100% flexible, he logrado integrar este sendero a través de modificar la pregunta ¿por qué? por el cuestionamiento ¿para qué? Esta postura frente a las situaciones difíciles, que también he decidido llamarlas “retos”, me ha permitido resignificar experiencias y situaciones indeseadas llevándolos a convertirse en temas de reflexión y aprendizaje, confiando en un orden superior que me indica que TODO SIEMPRE ESTÁ EN ORDEN, así yo hoy no lo comprenda y solo vea caos.
Independientemente de que este estado esté activo o inactivo en tu propio Plan del Alma, yo te invito a integrarlo en tu cotidianidad. Verás que empiezas a sentirte más liviano.
Mi invitación:
Armonízate, equilibra tu energía.
Que no te de pereza este llamado a la calma.
Ten paciencia y confía porque acá o allá alguien te está protegiendo.
Ya es tiempo de dejarte fluir.
Pauli





Comentarios