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Cuento No 45El estado de la exploración
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CUENTO No. 19: LA SEMILLA DEL DESEO Aprendiendo a soñar

La semana pasada te hablé de los tiempos de Dios y te comenté que he encontrado, desde diferentes aristas que, para manifestar cualquier cosa en este plano físico debemos pasar por 4 tiempos o 4 estadios bien definidos. Hoy quiero hablarte del primer estadio: El tiempo de sembrar, que también puede ser visto como el tiempo del sueño o el deseo.


Desde el budismo, filosofía que respeto y de la que saco muchas lecciones, interpreto que el deseo es mal visto porque se considera la causa raíz de todo sufrimiento. Sin embargo, desde la filosofía cabalística el deseo es el motor principal que lleva a todo acto de manifestación y su posterior resultado. Haciendo una conciliación entre ambas, creo que el deseo del ego, que muchas veces hoy trabajamos en nuestros mapas de sueños, si puede llegar a ser la raíz de un sufrimiento futuro. Pero, el deseo del Alma es la mayor fuente de satisfacción que podemos tener, incluso en el camino a realizarlo. Es decir, en el mismo proceso, mas allá del resultado.


Como te comenté antes, la primera fase en todo proceso de manifestación es la fase iod, o fase semilla que es la que contiene la potencialidad de lo que va a ser creado o manifestado. Simboliza el paso de la potencialidad al acto. Si lo miras con detenimiento te das cuenta que cada acción en este mundo físico está dirigida por un impulso grande o pequeño, que busca ser satisfecho. Es por ello que este es el tiempo para preguntarnos qué deseamos.


Te propongo un ejercicio. Vas a listar todo aquello que sientes que hoy deseas. Haz la lista lo más completa que puedas y no olvides considerar cada aspecto de tu vida (salud y bienestar, espiritualidad, economía, relaciones, crecimiento personal, diversión y esparcimiento). Luego vas a revisar si ese deseo viene del Alma o viene del ego. Ahhh… ya te oí…. ¿Y cómo se? Muy fácil. Si el deseo parte de la carencia (lo deseo porque no lo tengo y me hace falta) es deseo del ego. Si el deseo parte desde la abundancia y te hace sentir expansiv@ es un deseo del Alma.


Ahora, no te digo que taches los deseos del ego. Nada más lejano que eso. De hecho, quiero que los mantengas, los nutras, hagas tu mapa de sueños o vision board y los tengas muy presentes. Mi estilo es despertarte, no limitarte ni cohibirte, y mucho menos en algo tan bello como es la expresión humana. Solo haces tu lista y miras cuáles deseos son del Alma y cuáles del ego. Luego cierras los ojos y vas a pasar por cada deseo observando que ves (ojo… es ver, no que piensas. La idea es que traigas imágenes a tu cabeza) y qué sientes (sensaciones físicas, emociones, estados de ánimo). Al lado de cada deseo vas a escribir tus hallazgos y listo.

¡Por ahora!


Ok, continuando con nuestra fase iod. Esta fase también está asociada a la Voluntad, que de acuerdo a los elementos de la tierra es fuego y en el tarot representa al palo de bastos.


“Por el elemento fuego, todo lo que hay de impuro es destruido y retirado. El fuego separa lo que es constante o fijo de aquello que es volátil”
Luna Rivas, mi profesora de tarot.

Cuando hablamos del deseo estamos hablando del contacto con el fuego propio, ese fuego interno que nos quema por la necesidad de salir y verse manifestado. Esta fase nos pone en contacto con la necesidad de crear, de encontrar un sentido, valorar la acción, la decisión y el coraje personal. Siempre les digo a las personas que asisten a mis talleres que todo, absolutamente todo lo que tú quieres lograr, tener, hacer, experimentar, corresponde a la forma en la que te quieres sentir. Por eso antes de decirme tus sueños, tus metas y objetivos, siempre indago en ¿Qué buscas con eso? Cuando tengas tu casa, tu carro, tu beca, tu pareja, tu viaje… ¿qué? Y la mayoría me responde… ah es muy rico, ¿no? Sip… ¡Es muy rico! Es decir, tener eso implica que tu quieres sentir: paz, orgullo, alegría, satisfacción, aventura, pasión, etc.


Pero mira algo bien interesante. Es diferente desear tener algo que desear crear algo. ¿Cuántas de las cosas que deseas corresponden a tu necesidad de crear? Eso también te puede dar pistas de cuáles son deseos del ego y cuáles del Alma. Yo creo que finalmente todo lo que tienes, lo que vives, lo que logras y lo que no, es producto de tu creación. Independientemente que sea consciente o inconsciente. Por eso esta fase es tan importante. Conectar con tus semillas desde la consciencia te permitirá “gestionar” el proceso completo para lograr lo que esperas y no, lo que no deseas.


Este es un tiempo de introspección, autoanálisis y reflexión. Es una oportunidad hermosa de renovación, cambios, purificación y nuevos comienzos. Esta fase nos hace un llamado a la presencia para explorar nuestros deseos más profundos y los deseos más sinceros que se pierden en el día a día y la cotidianidad. Recuerda que para sembrar es importante limpiar y purgar lo que no conviene para este nuevo ciclo. Luego conectar con esas semillas (esos deseos profundos) y revisar con total claridad si corresponden a lo que de verdad queremos o son producto de condicionamientos o deseos externos (como los deseos de los padres, la pareja, los amigos…). Afianzarlas o modificarlas, según convenga, y proceder a sembrarlas en tierra fértil.


Ahora bien, ¿Cuánto dura esta fase? El tiempo que tenga que durar. En las fases de la luna, dura una semana o, de acuerdo a la astrología, más o menos un mes y medio porque es la iod del ciclo lunar en un signo que dura seis meses. De acuerdo a las estaciones del año dura 3 meses y corresponde a primavera; y en tu vida puede durar horas, días, semanas, meses y hasta años. Además de que no es igual en todo. En tu vida puedes estar en un estadio x, pero en un proyecto puedes estar en fase iod y puedes llevar allí algún tiempo. Lo interesante aquí es que tu comiences a reconocer tus tiempos y le des espacio a cada uno para madurar y de esa forma manifestar en un ciclo organizado y gestionado por ti, desde el amor. Si es momento de sembrar, no te frustres porque no estás recogiendo, dedícate a sembrar bien y con intención. Tus tiempos no son los tiempos de los demás, y eso está perfecto. No eres clon ni producto de un sistema masivo de creación de seres humanos. Tienes tus particularidades y debes conocerlas, aceptarlas, integrarlas y respetarlas.


Dentro de la fase iod puedes reconocer también algunos de estos procesos:

  • Inicios llenos de intensidad que te invitan a encarar nuevos retos.

  • Momentos con consciencia de oportunidad, que deseas aprovechar

  • Períodos de máxima disposición para enfrentar los desafíos.

  • Seguridad en lo que se desea y compromiso con ello

  • Crisis en el deseo y/o replanteo de identidad.

  • Iniciativas y oportunidades nuevas en el ámbito del deseo que no habían sido consideradas y que deseas revisar antes de sembrar.

  • Anhelos desbordados

  • Aterrizaje de los deseos y las expectativas a lo que puede ser en verdad. A esto yo le llamo principio de realidad.

  • Respeto de los tiempos

  • Liberación de las expectativas y siembra

Como puedes ver, cada fase tiene su propia mística y sus actividades propias. Yo te invito a verlas en ti, reconocerlas y alinearte con ellas.


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Por ahora es todo, nos leemos en un siguiente cuento del camino.


Pauli


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